Españoles todos.
Con viento de levante y cubiertos por el plúmbeo manto del cielo de nuestra querida región gallega, el día 22 de mayo del año del señor de 2009, onomástica de Santa Rita de Casia, bajo cuya divina protección y designios nos hallamos, septuagésimo tercero aniversario de la Victoria en nuestra Cruzada Nacional, las gloriosas fuerzas nacionales guiadas por nuestro caudillo Alberto Feijoo, capitaneadas por el Director General de Función Pública José María Barreiro Díaz, y apoyadas fervorosamente por el frente sindical CSIF, ejecutaron el primer paso del plan cuidadosamente elaborado por nuestros aliados bilingües de Rosa Diaz y Falange Auténtica, adalides de la sacrosanta unidad de la Nación Española, por la gracia de Dios.
La estrategia planificada contó con una fase previa de distracción el día 13 de mayo, día de Nuestra Señora de Fátima, bajo la advocación de la cual nos situamos, en fecha en la que, de forma perfectamente estudiada, flanqueamos a nuestros adversarios con diversas promesas de afrontar minucias pendientes como concursos de traslados, procesos selectivos, carrera profesional, retribuciones y un largo etcétera de cuestiones secundarias, logrando así asestar el primer golpe en la batalla que nos consagrará como los grandes garantes de progreso y unidad de la Grande, Única e Indivisible Nación Española.
Distraídos del objetivo principal, las hordas comunistas-separatistas, masónicas y judeo-anarquizantes y brazos armados del terrorismo más abyecto y despreciable, CIG, CCOO y UGT comandados por los primeros, se enfrentaron a la convocatoria de la primera y extraordinaria Mesa General el día 22, en la que nuestras tropas dieron el primer paso para retomar nuestra lucha incansable en busca de la desaparición de ese dialecto hablado en la hermosa región gallega, que tanto denigra a sus habitantes impidiéndoles acceder a verdaderas cotas de Cultura y Conocimiento, como ofrece nuestro idioma puro, limpio y universal, garante de la indivisibilidad de nuestra Nación Española.
En la gloriosa Mesa del día 22, nuestras tropas se enfrentaron brava y heroicamente, en una primera escaramuza mientras arreciaban nuevos vientos, a un reducido número de impresentables e incultos infrahombres defensores de ese denigrante dialecto que ellos llaman “lingua propia de Galiza” quienes, concentrados en las escaleras de la ya reconquistada Escuela Gallega de Administración Pública, aupaban a una representación de sinvergüenzas y vividores que se atrevieron a increpar a nuestros glorioso capitán y demás tropa de libres designación y miembros de la asociación profesional CSIF.
Como no podía ser de otra manera, dando ejemplo de amabilidad y magnanimidad, nuestro capitán decidió rebajarse al nivel intelectual de tal grey de paletos y campesinos que dijeron tener dificultades para entender la lengua de Cervantes por, supuestamente, problemas de “oído”.
Tras soportar las duras palabras que profirió la alianza CIG-CCOO-UGT, con incluso alguna falta de respeto hacia el honor intachable de los únicos verdaderos defensores de la Patria, nuestras tropas resistieron heroicamente como corresponde a su superioridad moral y humana, no hincando la rodilla, el embate de las hordas rebeldes. En el fragor de la contienda fueron citados para el lunes, día 25, onomástica de Santa María Magdalena de Pazzi, con cuya protección divina contamos, y, como era de esperar de tal grupo de exaltados desconocedores de la más mínima bonhomie, declinaron su asistencia como una muestra más de su cobardía e incapacidad cultural. Así pues, con la batalla ganada, la guerra quedará para una nueva campaña bélica en otro campo de batalla, el Parlamento regional.
Españoles todos. No cejaremos hasta conseguir nuestro objetivo final: la libertad de elección será lo primero, y el empleado público no tendrá ya, nunca más, que conocer ese repugnante y denigrante dialecto gallego, porque los gallegos de bien no hablarán más lengua que la de nuestra gloriosa Nación Española, Única, Indivisible y Unidad de Destino en lo Universal. Retomaremos nuestra sacrosanta cruzada contra todas esas hordas de parásitos rojos y separatistas, contra la resucitada Hidra Marxista, contra el intento de reedición del Contubernio de Munich, empezando por aquello que más los identifica y une: su denigrante dialecto, fruto de la más terrible incultura e intolerancia.
Venceremos de nuevo en esta guerra, siendo nuestra primera victoria la restauración de la vergüenza, la erradicación del orgullo y la ruptura definitiva de la transmisión de ese repugnante dialecto de padres a hijos.
Españoles: la Gloriosa Cruzada del Movimiento Nacional vuelve en todo su esplendor.
¡¡ ARRIBA ESPAÑA!!
En San Cayetano, a 23 de abril de 2009
El Generalísimo
Feijoo